domingo, 13 de noviembre de 2011

Administrar medicamentos. Inhaladores

Los inhaladores son aparatos de tamaño reducido que caben en la mano y son lo bastante pequeños como para llevarlos en una mochilita, una bolsa o un bolsillo. Los hay de dos tipos.
Inhaladores con dosificador (ICD): son los más utilizados. A modo de pequeños aerosoles metálicos, proyectan el medicamento dentro de la boca.

Inhaladores de polvo seco: expulsan el medicamento en forma de polvo, sin nebulizarlo. La persona debe esforzarse más, aspirando el medicamento en polvo de una forma rápida y profunda.
Los inhaladores de polvo seco pueden ser un poco más fáciles de utilizar que los que llevan dosificador, pero requieren que la persona haga una aspiración rápida y bastante enérgica.

Al principio, el uso de inhaladores con dosificador puede resultar complicado pero, con la práctica, los niños suelen aprender a manejarlos con gran pericia. Si utilizas uno, es una buena idea que emplees también un espaciador.

El espaciador se acopla al inhalador y facilita su uso porque retiene el medicamento pulverizado en el interior de una cámara receptora, desde la cual la persona podrá inhalar el medicamento lentamente cuando esté preparada. Cuando se utiliza un espaciador, el medicamento suele tardar solo un par de minutos o incluso menos en llegar a los pulmones. Cuando se utiliza un inhalador sin espaciador, existe la posibilidad de que el medicamento se deposite en la parte posterior de la garganta en vez de entrar en las vías respiratorias (bronquios) y llegar a los pulmones. Los espaciadores ayudan a que el medicamento llegue a los pulmones y empiece a aliviar el problema respiratorio. 

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